Los implantes y el cáncer

Visión de mujer
Por Elsy Melo Maya

Tras la ilusión del cuerpo o el rostro perfecto, nuestro país se ha posesionado en la última década, como uno de los países donde se realizan más operaciones plásticas con pacientes provenientes de todo el mundo, siendo la abdominoplastia, el aumento de senos y la liposucción, las cirugías más frecuentes, de acuerdo con el informe de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica. Se destacó como el cuarto país con más procedimientos quirúrgicos estéticos realizados: 346.140 después de Estados Unidos, Brasil y México.

Muy bien por la calidad de nuestros profesionales en esta rama, pero el tema que hoy pretendemos abordar, es igualmente popular y no precisamente por la belleza de sus resultados. Si bien cada persona es libre al decidir sobre su apariencia, la recomendación es que se asuma con absoluta responsabilidad y conocimiento. En el caso concreto de los implantes para el aumento de pecho, ante el interrogante sobre la posibilidad de que los mismos puedan dificultar la detección del cáncer de mama, los expertos han reiterado que la eficacia del diagnóstico con mamografías o resonancias, no se afecta por cuenta de las prótesis; igualmente es tranquilizante la respuesta frente a la posibilidad de que éstos, puedan provocar cáncer de mama.

Sin embargo, en los últimos días se ha generado alarma por la relación que puede existir entre las prótesis mamarias y un determinado tipo de cáncer linfático, denominado linfoma anaplástico de células grandes, el cual no es un cáncer de mama como tal, pero afecta a las células del sistema linfático. En estos casos, aunque las células cancerígenas no se encuentran en el tejido mamario, suelen estar cerca del implante y por lo tanto es fundamental conocer cómo se manifiesta, pues un diagnostico a tiempo, es fundamental para un tratamiento efectivo. Por ello, si la paciente lleva más de un año con implantes e identifica un aumento considerable en el volumen de sus senos, debe acudir de inmediato al médico.

Aunque se trata de un linfoma muy raro, se debe ser constante con el control a largo plazo, tal como lo expone el doctor Emilio José Moreno González, “llevar un implante mamario implica un control clínico durante los 15 primeros años de vida de la prótesis y radiológico a partir de entonces cada 5 ó 10 años. Además, hay que tener en cuenta que el ginecólogo puede estimar otras pruebas de diagnóstico preventivo".
Febrero 11 de 2019

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